Esquizofrenia

6 de octubre de 2025

Datos y cifras

  • La esquizofrenia causa psicosis y conlleva una importante discapacidad. Puede afectar a todas las esferas de la vida, en particular a las actividades desarrolladas en los ámbitos personal, familiar, social, educativo y ocupacional.
  • A menudo, las personas que padecen esquizofrenia sufren estigmatización, discriminación y la violación de sus derechos humanos.
  • Más de dos de cada tres personas que padecen psicosis no reciben atención de salud mental especializada.
  • Existen diversas opciones eficaces de atención a la esquizofrenia que permiten que al menos una de cada tres personas se recupere por completo.

Síntomas

La esquizofrenia se caracteriza por una alteración significativa en la percepción de la realidad y por cambios de comportamiento como los siguientes:

  • persistencia de ideas delirantes: la creencia errónea de que algo es cierto, a pesar de las pruebas que demuestran lo contrario;
  • persistencia de alucinaciones: la persona oye, huele, ve, toca o siente cosas que no están presentes;
  • vivencia de influencias, control o pasividad: sensación de que los propios sentimientos, impulsos, acciones o pensamientos no son generados por uno mismo, sino colocados o retirados por otros, o de que los pensamientos se transmiten a otras personas;
  • pensamiento desorganizado, que a menudo se manifiesta mediante un discurso confuso o incoherente;
  • comportamiento muy desorganizado, por ejemplo, realizar actos que parecen extraños o carentes de propósito, o mostrar una reactividad emocional impredecible o inapropiada que interfiere en la capacidad de organizar el comportamiento;
  • «síntomas negativos», como una limitación notable del habla, una vivencia y una expresión restringidas de las emociones, incapacidad para experimentar interés o placer y retraimiento social; o 
  • agitación extrema o lentitud de movimientos, y adopción de posturas extrañas.

Las personas que padecen esquizofrenia suelen presentar también dificultades persistentes en las funciones cognitivas o del pensamiento, como la memoria, la atención y la resolución de problemas.

En al menos un tercio de los casos, los síntomas remiten por completo (1). Algunas personas presentan alternancia de empeoramientos y remisiones de los síntomas a lo largo de la vida, mientras que otras sufren un deterioro progresivo.

Magnitud e impacto

Aproximadamente 23 millones de personas ha recibido un diagnóstico de esquizofrenia, es decir, una de cada 345 (el 0,29 %). Entre los adultos, la tasa es de una de cada 233 personas (0,43 %) (2). Es menos común que muchos otros trastornos mentales, suele manifestarse al final de la adolescencia o entre los 20 y los 30 años y en los hombres aparece generalmente antes que en las mujeres.

Es un trastorno frecuentemente asociado a un malestar significativo y un deterioro considerable de las esferas personal, familiar, social, educativa, ocupacional y de otras facetas importantes de la vida.

En promedio, las personas con esquizofrenia fallecen nueve años antes que la población general (3), a menudo por enfermedades físicas de tipo cardiovascular, metabólico o infeccioso.

Con frecuencia, los derechos humanos de estas personas se ven vulnerados tanto en las instituciones de salud mental como fuera de ellas. La estigmatización es intensa y generalizada, provoca exclusión social y afecta a las relaciones, especialmente con familiares y amigos. Por ello, en ocasiones los afectados son objeto de discriminación y se limita su acceso a la atención médica general, la educación, la vivienda y el empleo.

Durante las emergencias humanitarias y de salud pública, pueden presentarse tensiones y temores extremos, una pérdida de apoyos sociales, un mayor aislamiento y una interrupción de los servicios de salud y el suministro de medicamentos. Estos cambios pueden afectar la vida de las personas con esquizofrenia y agravar sus síntomas. En tales situaciones, son más vulnerables que otras personas a diversas formas de violación de los derechos humanos, como la desatención, el abandono, la falta de vivienda, el maltrato y la exclusión.

Causas

No se ha encontrado una única causa de la esquizofrenia. Se considera que resulta de la interacción entre la dotación genética y diversos factores ambientales. Los factores psicosociales también pueden influir en su desencadenamiento y evolución, y el consumo excesivo de cannabis se asocia con un mayor riesgo de que aparezca.

Servicios

La gran mayoría de las personas que padecen esquizofrenia no recibe atención de salud mental. Aproximadamente al 50 % de las personas ingresadas en hospitales psiquiátricos se les ha diagnosticado esquizofrenia (4); sin embargo, solo el 29 % de quienes padecen psicosis recibe atención especializada en salud mental (5). La mayor parte de los recursos destinados a este ámbito se emplea de forma ineficiente en la atención que prestan los hospitales psiquiátricos.

Existen pruebas claras de que estos hospitales no ofrecen la atención que necesitan las personas con trastornos mentales y de que en ellos se violan reiteradamente los derechos humanos básicos de quienes padecen esquizofrenia. Es necesario ampliar y agilizar la transferencia de la atención desde las instituciones de salud mental hacia el entorno social habitual de la persona, comenzando por ofrecer una gama adecuada de servicios de salud mental de calidad fuera de dichos centros. Estos servicios deben tender a integrarse con la atención primaria y la atención hospitalaria general, los centros comunitarios de salud mental, los centros de día, las viviendas asistidas y los servicios de proximidad para ofrecer apoyo en el hogar. Además, es fundamental que las personas con esquizofrenia, sus familiares y su entorno social participen activamente en la prestación de ese apoyo.

Tratamiento y apoyo

Hay diversas opciones eficaces de atención para las personas con esquizofrenia, entre ellas los medicamentos, la psicoeducación, las intervenciones familiares, la terapia cognitivo-conductual y la rehabilitación psicosocial (por ejemplo, la capacitación en habilidades para la vida). Entre las opciones esenciales de atención que deben ofrecerse figuran las viviendas con distintos grados de asistencia y el empleo asistido. Las personas con esquizofrenia, sus familias y sus cuidadores necesitan que se adopte un enfoque orientado a la recuperación que les permita participar en las decisiones relacionadas con el tratamiento.

Respuesta de la OMS

En el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030 de la OMS se establecen las etapas necesarias para ofrecer servicios adecuados a las personas con trastornos mentales, incluidas las que padecen esquizofrenia. Una de las recomendaciones principales de este plan es trasladar los servicios desde las instituciones hacia la comunidad. Por otra parte, la Iniciativa Especial de la OMS sobre Salud Mental tiene por objetivo avanzar hacia el cumplimiento de las metas fijadas en el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030, a fin de que 100 millones de personas más tengan acceso a una atención asequible y de calidad para los trastornos mentales.

El Programa de Acción de la OMS para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP) emplea orientaciones técnicas basadas en pruebas, así como herramientas y módulos de formación, para ampliar los servicios en los países, especialmente en los lugares con recursos limitados. Se centra en un conjunto prioritario de afecciones, entre ellas la psicosis, y orienta la creación de capacidad entre los proveedores de atención de salud no especializados dentro de un enfoque integrado que promueve la salud mental en todos los niveles de atención. Este programa se aplica en más de 100 Estados Miembros de la OMS.

El Proyecto QualityRights de la OMS contribuye a mejorar la calidad de la atención y el respeto de los derechos humanos en los establecimientos de salud mental y de asistencia social, además de fortalecer las organizaciones que defienden la salud de las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales. 

Las orientaciones de la OMS sobre servicios comunitarios de salud mental y los enfoques centrados en la persona y basados en los derechos ofrecen información y apoyo a todas las partes interesadas que deseen desarrollar o transformar sus sistemas y servicios de salud mental para armonizarlos con las normas internacionales de derechos humanos, en particular con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. 

 

Referencias

1) Harrison G, Hopper K, Craig T, Laska E, Siegel C, Wanderling J. Recovery from psychotic illness: a 15- and 25-year international follow-up study. Br J Psychiatry 2001;178:506-17.

2) 2021 Global Burden of Disease (GBD) (base de datos en línea). Seattle: Institute for Health Metrics and Evaluation; 2024 (https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/, consultado el 13 de agosto de 2025).

3) Yung NCL, Wong CSM, Chan JKN, Chen EYH, Chang WC. Excess mortality and life-years lost in people with schizophrenia and other non-affective psychoses: an 11-year population-based cohort study. Schizophr Bull. 2021;47(2):474–84 (https://doi.org/10.1093/schbul/sbaa137).

3) Laursen TM, Nordentoft M, Mortensen PB. Excess early mortality in schizophrenia. Annual Review of Clinical Psychology, 2014;10, 425-438.

4) WHO. Mental health systems in selected low- and middle-income countries: a WHO-AIMS cross-national analysis. WHO: Geneva, 2009.

5) Mental health atlas 2024. Geneva: World Health Organization; de próxima publicación.