Datos y cifras
- En 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más.
- La soledad y el aislamiento social son factores de riesgo cruciales para las afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida.
- Uno de cada seis adultos mayores sufre malos tratos, a menudo por parte de sus propios cuidadores.
- Aproximadamente el 14 % de los adultos de 70 años o más tienen un trastorno mental.
- Los trastornos mentales en los adultos mayores de 70 años o más representan el 6,8 % del total de años vividos con discapacidad para ese grupo etario.
Panorama general
La población mundial envejece rápidamente. En 2023, 1100 millones de personas tenían 60 años o más. Según las previsiones, esa cifra casi se duplicará a 2100 millones en 2050, lo que representa en torno a una quinta parte de la población mundial. A finales de la década de 2060, el número de personas de 60 años o más alcanzará los 2500 millones y superará al de menores de 18 años a escala mundial. Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique con creces entre 2023 y 2060, hasta llegar a los 545 millones (1).
Los adultos mayores contribuyen a la sociedad en tanto que miembros de la familia y la comunidad, y muchos son voluntarios o trabajan. Aunque la mayoría goza de buena salud, muchos corren el riesgo de presentar afecciones de salud mental como depresión y trastornos de ansiedad. Muchos también pueden tener movilidad reducida, dolor crónico, fragilidad, demencia u otros problemas de salud, para los que necesitan algún tipo de cuidados a largo plazo. A medida que se envejece aumenta la probabilidad de padecer varias afecciones al mismo tiempo.
Prevalencia
En torno al 14,1 % de los adultos de 70 años o más tienen un trastorno mental (2). Según las estimaciones mundiales de salud 2021, esas afecciones representan el 6,8 % del total de años vividos con discapacidad entre los adultos mayores de 70 años o más. Las afecciones de salud mental más frecuentes en los adultos mayores son la depresión y la ansiedad. Las estimaciones mundiales de salud 2021 muestran que, a escala mundial, alrededor de una sexta parte de las muertes por suicidio (16,6 %) se producen en personas de 70 años o más.
Las afecciones de salud mental en las personas mayores suelen infravalorarse y tratarse insuficientemente y la estigmatización que rodea a dichas afecciones puede hacer que las personas sean reacias a buscar ayuda.
Factores de riesgo
A edades más avanzadas, la salud mental viene determinada no solo por el entorno físico y social, sino también por los efectos acumulativos de experiencias vividas y los factores estresantes específicos relacionados con el envejecimiento. La exposición a la adversidad, la pérdida considerable de capacidad intrínseca y una disminución de la capacidad funcional pueden provocar malestar psíquico.
Los adultos mayores tienen más probabilidades de experimentar eventos adversos como el duelo, una reducción de los ingresos o un menor sentido de propósito con la jubilación. A pesar de sus muchas contribuciones a la sociedad, muchos adultos mayores sufren discriminación por motivos de edad (edadismo), lo que puede afectar gravemente a su salud mental.
El aislamiento social y la soledad, que aquejan a cerca de una cuarta parte de las personas mayores, son factores de riesgo cruciales para las afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida (3). También lo son los malos tratos a las personas de edad, que incluyen cualquier tipo de maltrato físico, verbal, psicológico, sexual o económico, así como la desatención. Uno de cada seis adultos mayores sufre malos tratos, a menudo por parte de sus propios cuidadores (4). El maltrato de los adultos mayores tiene graves consecuencias y puede provocar depresión y ansiedad.
Muchas personas mayores cuidan a cónyuges con afecciones crónicas, como la demencia. Las responsabilidades de estos cuidados pueden ser abrumadoras y afectar a la salud mental de la persona que cuida.
Algunos adultos mayores corren un mayor riesgo de depresión y ansiedad, debido a las pésimas condiciones de vida, la mala salud física o la falta de acceso a apoyo y servicios de calidad. Esto incluye a los adultos mayores que viven en entornos humanitarios y a los que tienen enfermedades crónicas (como cardiopatías, cáncer o accidentes cerebrovasculares), afecciones neurológicas (como demencia) o problemas de uso indebido de sustancias.
Promoción y prevención
Las estrategias de promoción y prevención en materia de salud mental dirigidas a los adultos mayores se centran en apoyar el envejecimiento saludable. Ello implica promover entornos físicos y sociales que faciliten el bienestar y permitan a las personas llevar a cabo las actividades que son importantes para ellas, a pesar de la pérdida de facultades.
Entre las principales estrategias de promoción y prevención en materia de salud mental para un envejecimiento saludable figuran:
- medidas para reducir la inseguridad financiera y la desigualdad en los ingresos;
- programas para garantizar viviendas, edificios públicos y transportes seguros y accesibles;
- apoyo social a los adultos mayores y a las personas los cuidan;
- apoyo a los comportamientos saludables, especialmente a seguir un régimen alimentario equilibrado, mantenerse físicamente activo, abstenerse del tabaco y disminuir el consumo de alcohol; y
- programas de salud y sociales dirigidos a grupos vulnerables, como las personas que viven solas o en zonas remotas y las que tienen una afección crónica.
Para los adultos mayores, la conexión social es particularmente importante para reducir factores de riesgo como el aislamiento social y la soledad. En esta etapa de la vida, las actividades sociales satisfactorias pueden mejorar considerablemente la salud mental positiva, la satisfacción con la vida y la calidad de vida; también pueden reducir los síntomas depresivos. Algunos ejemplos de intervenciones son las iniciativas de amistad, los grupos comunitarios y de apoyo, la formación en habilidades sociales, los grupos de artes creativas, los servicios de ocio y educación y los programas de voluntariado (3).
La protección contra el edadismo y el maltrato también es fundamental. Entre las principales intervenciones se incluyen políticas y leyes contra la discriminación, intervenciones educativas y actividades intergeneracionales. Existen diversas intervenciones dirigidas a los cuidadores –entre ellas, cuidado de relevo, asesoramiento, educación, ayuda económica, psicoterapia– que pueden ayudarles a mantener una relación de cuidado buena y saludable que evite el maltrato de las personas mayores.
Tratamiento y atención
Es esencial reconocer y tratar con prontitud las afecciones de salud mental (y las consiguientes afecciones neurológicas y por uso indebido de sustancias) en los adultos mayores. A tal efecto, deben seguirse las normas para la atención integrada de las personas mayores, de base comunitaria y centradas tanto en los cuidados a largo plazo de adultos mayores con afecciones de salud mental y deterioro de la capacidad intrínseca, como en la educación, la formación y el apoyo a los cuidadores. Suele recomendarse una combinación de intervenciones de salud mental, junto con otros apoyos, a fin de abordar las necesidades de salud, los cuidados personales y las necesidades sociales de las personas.
La demencia es a menudo una preocupación importante. Afecta a la salud mental de las personas (por ejemplo, desencadenando síntomas de psicosis y depresión) y requiere acceso a una atención de salud mental de calidad.
También es fundamental responder al maltrato de los adultos mayores. Entre las intervenciones prometedoras figuran la notificación obligatoria de los malos tratos, los grupos de apoyo, los teléfonos de asistencia y los alojamientos de emergencia, los programas psicológicos para maltratadores, la formación de proveedores de atención de salud y otras intervenciones de apoyo a los cuidadores.
Respuesta de la OMS
La OMS colabora con diversos asociados en estrategias, programas y herramientas con el fin de ayudar a que los gobiernos respondan a las necesidades de los adultos mayores en materia de salud mental.
Por ejemplo, la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) es una iniciativa de colaboración mundial liderada por la OMS para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.
Asimismo, los Estados Miembros de la OMS han respaldado el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030, que promueve la mejora de la salud mental y la atención de salud mental para todos los grupos de población, incluidos los adultos mayores.
El Programa de Acción para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP) de la OMS proporciona protocolos clínicos basados en la evidencia para la evaluación, gestión y seguimiento de un conjunto prioritario de afecciones mentales, neurológicas y por consumo de sustancias en entornos no especializados, entre ellos la depresión y la demencia. La guía de intervención mhGAP incluye consejos clínicos para trabajar con adultos mayores.
Durante la pandemia de COVID-19, la OMS y sus asociados del Comité Permanente entre Organismos elaboraron el conjunto de herramientas Adaptarse a los tiempos, consistente en carteles ilustrados para ayudar a los adultos mayores a mantener buena salud mental y bienestar. Otras actividades de la OMS destinadas a favorecer la salud mental de los adultos mayores son la elaboración de intervenciones psicológicas ampliables para tratar la depresión y la ansiedad, la investigación y orientación sobre intervenciones encaminadas a reducir el aislamiento social y la soledad, y soluciones costoeficaces para prevenir el maltrato de los adultos mayores.
Referencias
(1) World Population Prospects 2024. New York: United Nations Department of Economic and Social Affairs, Population Division; 2024 (https://population.un.org/wpp/downloads)
(2) 2021 Global Burden of Disease (GBD) [base de datos en línea]. Seattle: Institute for Health Metrics and Evaluation; 2024 (https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/, consultado el 13 de agosto de 2025).
(3) From loneliness to social connection: charting a path to healthier societies. Report of the WHO Commission on Social Connection. Geneva: World Health Organization; 2025. https://iris.who.int/handle/10665/381746.
(4) Yon YY, Mikton CR, Gassoumis ZD, Wilber KH. Elder abuse prevalence in community settings: a systematic review and meta-analysis. Lancet Glob Health. 2017;5(2):e147–e156. doi:10.1016/S2214-109X(17)30006-2.